El Salvador recurre a la militarización para forzar cuarentenas

San Salvador, 18 abr (Prensa Latina) El poblado salvadoreño Puerto de la Libertad amaneció hoy cercado y patrullado por militares y policías que impiden a los habitantes salir a la calle, ni siquiera justificadamente.


El pintoresco destino costero, célebre por su gastronomía y el espigón donde son vendidos los productos recién sacados del mar, está sometido a un cerco sanitario por orden del presidente de la República, Nayib Bukele.


El mandatario ordenó el despliegue de la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada para forzar la cuarentena domiciliar impuesta para frenar la propagación del coronavirus causante de la Covid-19.


«Nadie podrá salir ni entrar al municipio y nadie podrá salir de sus casas, ni siquiera con causa justificada. Solo se atenderán emergencias de salud, las que serán escoltadas», ordenó Bukele a través de su Twitter.


La decisión fue tomada tras la divulgación en redes sociales de un video que mostraba cientos de personas en las calles del Puerto, la mayoría con mascarilla, pero violando el aislamiento social recomendado.


El ministro de Defensa, Francis Merino, supervisó personalmente el despliegue de tropas en los puntos de acceso al municipio, para controlar que nadie salga ni entre al más emblemático destino costero del país.


«La Fuerza Armada tiene el control de los accesos al municipio; no hay negocios abiertos y ni gente circulando, hay que respetar la cuarentena domiciliar», afirmó Merino, ataviado con uniforme de campaña y arma larga.


El Salvador registra 190 personas infectadas con el coronavirus SARS-CoV-2 desde la detección del primer caso, hace un mes, y siete personas han muerto por esa causa, incluido un niño de cuatro años de edad.


Entre las medidas implementadas para combatir la pandemia destaca una declaratoria de emergencia nacional, recién prorrogada por 15 días más, así como un régimen de excepción que concluyó el pasado lunes.


La decisión de aislar al Puerto generó reacciones adversas, desde los que acusan al gobierno de haber implementado un toque de queda de facto, hasta quienes lo aplauden y consideran una medida dura pero necesaria.


Ricardo Cucalón, alcalde de San Luis Talpa por el oficialista partido GANA, incluso le pidió a Bukele que estableciera un cerco similar en su municipio, donde la población no respeta la cuarentena pese al riesgo.


Mientras, una propuesta de ley impulsada por la oposición parlamentaria para garantizar el respeto a los derechos constitucionales durante la lucha contra la Covid-19 permanece en un limbo, pues Bukele anunció que la vetará.


Según el mandatario, con dicha propuesta la oposición quiere limitar las facultades del Ejecutivo para combatir la pandemia, un criterio en sintonía con su renuencia a aceptar un reciente fallo de la corte constitucional.


La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia prohibió las detenciones de personas para ser remitidas de manera forzosa a centros de contención, solo por violar la cuarentena domiciliar.


Bukele replicó que no obedecería un fallo que, según su interpretación, le ordenaba dejar morir a los salvadoreños, tras lo cual la Fiscalía General advirtió que las sentencias de la Sala son de obligatorio cumplimiento.